ATLAS DEL MANEJO DEL DOLOR. TÉCNICAS INTERVENCIONISTAS + E-BOOK. 4ª  EDICIÓN

ATLAS DEL MANEJO DEL DOLOR. TÉCNICAS INTERVENCIONISTAS + E-BOOK. 4ª EDICIÓN

Editorial:
AMOLCA
Año de edición:
Materia
Anestesia
ISBN:
978-980-430-110-0
Páginas:
710
N. de edición:
4
Idioma:
Español
Disponibilidad:
Disponible en 10 días

Descuento:

-5%

Antes:

174,80 €

Despues:

166,06 €

SECCIÓN 1 Cabeza y cuello
SECCIÓN 2 Hombro
SECCIÓN 3 Codo y antebrazo
SECCIÓN 4 Muñeca y mano
SECCIÓN 5 Pared torácica, tronco, espalda y abdomen
SECCIÓN 6 Cadera y pelvis
SECCIÓN 7 Rodilla y extremidad inferior
SECCIÓN 8 Tobillo y pie

Han pasado más de 130 años desde que Carl Koller utilizó por primera vez la cocaína para realizar una operación ocular sin dolor. Aunque el descubrimiento histórico de Koller cambió para siempre la forma en que se realiza la cirugía y, sin saberlo, creo una industria artesanal en medicamentos de anestesia regional, agujas, y, por supuesto, libros de texto de anestesia regional, un análisis cuidadoso de los años siguientes revela que la mayoría de los avances en medicamentos de anestesia regional se han centrado alrededor del desarrollo de anestésicos locales más seguros y el perfeccionamiento de las agujas (agujas mejoradas). Los textos de referencia por Pitkin, DeJong, Moore, y otros ayudaron a que el uso de drogas de anestesia regional sea accesible al médico general. Estos primeros libros estandarizaron técnicas, tamaños y longitudes de la aguja y, quizás lo más importante, las dosis de los anestésicos locales para las técnicas comunes. El descubrimiento de Lofgren de la lidocaína en 1943 trasladó las drogas de anestesia local a los quirófanos y las salas de obstetricia, así como también a los consultorios de doctores y dentistas. Mucho más segura que los anestésicos de éster locales como la procaína, el anestésico local más utilizado hasta ese momento, la ventana terapéutica más grande de la lidocaína fue mucho más indulgente con los errores clínicos cuando se realizaban bloqueos nerviosos, y desde entonces, la lidocaína ha sido el pilar de los medicamentos de anestesia regional. En los 80’s, la medicina del dolor se consolidó cuando los practicantes probaron y aplicaron la hipótesis simple de que la causa del dolor debe diagnosticarse primero para asegurar un tratamiento exitoso. Junto al nacimiento de esta nueva sub-especialidad vino un nuevo conjunto de “biblias” por Raj, por Cousins y Bridenbaugh y la primera edición del Atlas de las técnicas de inyección para el manejo del dolor que fue publicado por primera vez en el 2000. Yo creo que el campo del manejo del dolor está entrando en una nueva y apasionante era ahora que la guía del ultrasonido se ha utilizado cada vez más cuando se administran medicamentos de anestesia regional.

Solo el tiempo dirá si la guía de ultrasonido es un “momento” real o simplemente una fantasía pasajera que irá por el camino de los goteos de la nesacaína y la succinilcolina. Mi impresión clínica es que la guía de ultrasonido representa un avance importante en la anestesia regional y el manejo del dolor, y creo que resistirá el paso del tiempo. Además de presentar los fundamentos de la guía de ultrasonido en el formato de cómo hacerlo que ha hecho tan populares a las ediciones anteriores de este libro, he incluido muchas figuras a color nuevas e imágenes de ultrasonido, fluoroscópicas y de resonancia magnética, junto con nuevos dibujos anatómicos clínicamente relevantes a todo color para hacer que las técnicas descritas sean aún más accesibles para mis lectores. Con la ayuda del equipo editorial de Elsevier, hemos agregado leyendas claras y concisas a cada figura y nos hemos esforzado por mejorar el diseño del libro para hacerlo aún más legible que en ediciones anteriores. Sinceramente espero que disfrute usando este libro tanto como disfruté escribiéndolo.

Steven D. Waldman, MD, JD

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